Securitas siempre a la vanguardia de la transformación
Nuestro rol como líderes de servicios de protección nos permite desplegar todas las oportunidades que brinda la inteligencia artificial presentando soluciones innovadoras en los servicios que prestamos a cada uno de nuestros clientes.
Con clientes como YPF, Pan American Energy, Pampa Energía y Genneia, Securitas Argentina despliega todo su potencial en servicios de protección vinculado al sector de oil& gas. A la espera de nuevos proyectos que están pendientes de aprobación, el presidente de Securitas Argentina, Alberto Pizzi, conversó con Prensa Energética sobre el diferencial que tienen como compañía y la manera de llevar adelante un negocio que los posiciona como uno de los mayores empleadores de Argentina.
-¿Cuáles son las claves para seguir siendo competitivo en un país tan complejo como la Argentina?
-En nuestro negocio es clave poder ofrecer un servicio de calidad que agregue valor a la mera gestión de la seguridad privada. Esto se traduce en tener los mejores especialistas que a través del conocimiento técnico y experiencia en el rubro puedan recomendar a nuestros clientes lo que necesitan y pueden pagar. La clave entonces es el valor agregado al servicio y acceso a tecnología de punta.
-De los servicios que prestan, ¿qué porcentaje corresponde al sector energético, Oil& Gas y renovables? ¿Qué importancia tiene este segmento para Securitas?
-Actualmente tenemos muchos clientes de Oil& Gas, siendo los más importantes YPF, Pan American Energy, Pampa Energía y Genneia, por mencionar algunos. Para una compañía de alcance nacional, que brinda servicios hasta en los lugares más recónditos de la Argentina, Oil& Gas es muy importante. Nos provee la masa crítica que permite tener importantes equipos de gente en las ciudades núcleo de donde parten los servicios, como Neuquén o Bahía Blanca. Si bien la pandemia ha causado un descenso de la actividad energética, existen nuevos proyectos que están pendientes de reactivación en cuanto despeje un poco el panorama.
-¿Qué los diferencia hoy de la competencia?
-Securitas se diferencia de la competencia porque brinda un servicio integral de todos los aspectos que hacen a la seguridad sin recurrir a terceros, es decir, somos responsables de ese servicio de punta a punta. Por otro lado, en lo que hace a infraestructura en tecnología, contamos con relaciones de muchos años con proveedores de primer nivel, de los que, en muchos casos, somos representantes en el país, lo que nos da acceso a la última tecnología al mejor costo de mercado.
-¿En qué momento el negocio pasó de un modelo de seguridad a uno de protección?
-Securitas siempre estuvo a la vanguardia de la transformación, evolucionando desde una mera vigilancia física a una combinación de distintas tecnologías que facilitan y aumentan las salvaguardas de nuestros clientes en cuanto a su seguridad.
Poder proveer desde controles de acceso, sistemas remotos de video y vigilancia sanitaria con toma de controles de temperatura, hasta hacer un seguimiento satelital de flotas, control de frío en carga y desarrollar sistemas de detección de fuego o administrar sistemas de BMS (Building Management System) nos da una estatura de marca difícil de encontrar en el mercado. Esta suma de gente, tecnología y knowhow hacen de Securitas la empresa más completa en términos de disponibilidad de servicios actualmente en Argentina.
-Aunque tradicionalmente se asocia a Securitas con la seguridad física, en los últimos años la compañía se especializó para brindar servicios relacionados con la protección contra incendios y el diseño y puesta en marcha de edificios inteligentes. Y si bien se trata de un modelo que viene empujándose a nivel global, la Argentina es uno de los cinco países que logró incluir la tecnología de modo más rápido. ¿Cómo resultó este proceso?
-La implementación de sistemas inteligentes o BMS son una especialidad de Securitas. Contamos con ingenieros especialistas en el diseño e instalación de software y equipamiento muy sofisticado. Este proceso fue rápido de implementar para nosotros ya que importamos el knowhow y la experiencia disponible en otros países, sumado a la capacidad financiera para encarar estas tareas que generalmente tienen espacios prolongados entre instalación y cobro del trabajo.
Actualmente brindamos servicio de BMS a edificios emblemáticos como la torre Alvear Tower en Puerto Madero, o la torre de oficinas construida por Raghsa en Manuela Pedraza y Libertador, que es un edificio ecológico calificación “Green 5” cuyo sistema integral de seguridad e incendio fue instalado y es monitoreado por Securitas.
-Recientemente, Securitas Argentina inauguró el Experience Center (EC), donde es posible ver la tecnología en acción, así como conocer en detalle la infraestructura que le da soporte. ¿Cómo ha resultado esta experiencia?
-El Experience Center fue una iniciativa tendiente a facilitarle a nuestros clientes -actuales y futuros-, la comprensión sobre la funcionalidad de los equipamientos existentes. A partir de vivir la experiencia in situ, el cliente puede comprobar lo que cada equipo hace y cómo puede minimizar el riesgo en sus instalaciones. La experiencia hasta ahora ha sido muy favorable y estamos recibiendo permanentemente clientes que se acercan a ver los equipos y a entender cómo éstos juegan en el diseño de seguridad que se le está ofreciendo.
-¿De qué manera la pandemia ha afectado los planes de la compañía y cuáles son las perspectivas para el segundo semestre del año?
-Somos una compañía que atiende una diversidad de actividades, y la pandemia afectó a muchas de ellas. Esta merma en volumen de trabajo llevó a que muchos de nuestros guardias no tuvieran asignación de tareas producto de las reducciones o cancelaciones de servicios. A eso se sumó el personal licenciado por enfermedades pre existentes y que llevan más de un año de licencia cobrando horas que ningún cliente está cubriendo. Por otro lado, las perspectivas para el segundo semestre serán buenas siempre y cuando se acelere el ritmo de vacunación que permita reactivar la economía y el personal vacunado pueda regresar a prestar tareas con normalidad, reduciendo la dependencia de las horas extras.